Una casa con historia

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Construida, según dice la leyenda, por los mismos canteros que levantaron la Colegiata de Roncesvalles como refugio y estancia mientras duró su construcción, las piedras de  Casa Txiki Polit han sido testigo de la historia de Aurizt-Burguete; el Burgo de Roncesvalles.

Y esa misma historia ha dejado reflejada en sus paredes y estancias recuerdos de toda la historia pasada. Una auténtica delicia para la vista mientras se degustan nuestras delicias gastronómicas.

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Los últimos carlistas

Entre las curiosidades que podemos encontrar en Casa Txiki Polit se encuentra un pozo donde en su retirada, un 26 de febrero de 1876, el último pretendiente carlista; CarlosVII guardó el tesoro de su ejército pasando su última noche a este lado de los Pirineos en Casa Txiki Polit antes de que sus tropas pudieran encontrar para él mejor acomodo.

 

Pozo en cuyo fondo aun hoy podemos ver las últimas botellas de el ágape nupcial de los abuelos de quien hoy regenta Txiki Polit celebrado en 1917.

Tiempo después, el mismo Carlos VII, agradecido por la hospitalidad recibida, envió a Casa Txiki Polit un pintor francés de su corte para que pintase los retratos de los que le habían acogido como pago a aquella última noche, retratos que hoy adornan el comedor de la Casa y que suponen el hilo conductor familiar entre quien hoy regenta Txiki Polit; Moisés Eseverri y sus bisabuelos.

Refugio en la II Guerra Mundial

Con los nazis al otro lado de la muga, Casa Txiki Polit también sirvió de refugio a judíos que huían del Holocausto y que dejaron su huella en nuestra casa, como estos tres cofres de madera policromada que tallaron a mano con motivos del lugar y de Roncesvalles.

     

Un pequeño Museo a partir de los artistas que han pasado por Txiki Polit